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ARTICULO PUBLICADO EN EL ECONOMISTA. MARTES, 18 DE MARZO DE 2014

Publicado el 18 mar. 2014 por Pérez de Ayala Abogados

Opinión UN BUEN INFORME, AL MENOS PARA PENSAR Filtraciones aparte, el informe de la Comisión de expertos ha conseguido algo difícil en este tiempo, que todo el mundo hable con mayor o menor acierto sobre cómo debía reformarse el sistema tributario, no limitándose a criticar los impuestos actuales. Porque el principal mérito del informe es efectivamente ése, su ambición, al suponer un análisis integral de todo el sistema tributario. Usando una comparativa arriesgada, el informe es como un buen sermón de un cura de parroquia, que te hace reflexionar sobre algo que siempre has conocido e incluso has dado por bueno, pero que nunca te has atrevido a analizar.
En estas líneas me voy a limitar a recordar y valorar las medidas, a mi juicio, más relevantes no sólo desde un punto de vista teórico, sino también desde el conocimiento práctico que me da el ejercicio de la asesoría fiscal. Empecemos por el IRPF. En primer lugar me sorprende positivamente la pretensión de incluir los rendimientos de capital inmobiliario (básicamente los alquileres) en la base imponible del ahorro, equiparando así estas rentas con las que generan otros instrumentos de ahorro. Aplaudo también la propuesta de eliminación de los límites a la compensación de resultados entre los rendimientos de capital mobiliario y los incrementos de patrimonio. Ambas medidas parecen muy lógicas y deberían ser trasladadas a la práctica. No puedo estar de acuerdo, sin embargo, con la pretendida imputación de rentas por la vivienda habitual. De hecho, en mi opinión, habría sido preferible suprimir el concepto de la imputación de rentas para todos los inmuebles, pues nunca creí la justificación de esta medida por el disfrute por parte de una persona de los inmuebles de los que es titular. Tampoco puedo estar de acuerdo con la eliminación de los coeficientes reductores por antigüedad en la venta de elementos patrimoniales, pues creo que iría contra la seguridad jurídica. SE HA PERDIDO LA OCASIÓN DE DAR UN TRATO TRIBUTARIO DECENTE A LA FAMILIA, HOY DISCRIMINADA. Por supuesto que debo de estar de acuerdo con el incremento de los mínimos (¿de verdad alguien se cree que un hijo vale 1.800 euros al año?) y con la reducción de la tarifa propuesta tanto en su mínimo como en su máximo. Y para el final dejo la omisión más importante a mi juicio. Era una ocasión muy favorable, y se ha perdido, para proponer por fin un trato tributario decente a la familia, algo que hoy en día no existe y que provoca que ésta se encuentre absolutamente discriminada; parece como si alguien pudiera decirnos ¡qué tremenda osadía la de pretender pagar menos impuestos por tener hijos! Positiva es la propuesta de la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio y sorprendente la propuesta de la eliminación progresiva del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. Respecto al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, aunque se propone suprimir reducciones, se mantiene la más importante, que es la de la empresa familiar, algo esencial para darle un toque de coherencia a este impuesto. Mantener el tributo con tipos reducidos, que es lo que se mantiene, es, a mi juicio, una medida que intenta evitar la discriminación tributaria por razón del territorio de residencia del fallecido o del donatario algo que, digámoslo así, no parece muy justo desde la llamada uniformidad en todo el territorio. Mis principales críticas, y siento hablar así, deben centrarse en el tratamiento propuesto para el Impuesto sobre Sociedades donde, como ya es sabido, se propone la eliminación de todo tipo de reducciones, incluso la que se refiere al tipo reducido para las llamadas empresas de reducida dimensión, todo ello amparado en la bajada de tipos propuesta. Nunca dejaré de defender que una empresa, para generar riqueza, necesita estímulos; si no, para qué proceder a invertir en investigación y desarrollo, en medio ambiente, o incluso para qué reinvertir los beneficios obtenidos, si al final va a seguir pagando el mismo impuesto que una empresa inactiva. Me temo que alguien tendrá que explicármelo pero, por favor, clarito para que yo lo entienda. En todo caso ya el Gobierno se ha apresurado a decir, nada más publicarse el informe, que es muy bonito pero que seguirá sólo algunas medidas y otras no. Entonces, no entiendo para qué se ha encargado un informe exhaustivo a un comité de expertos. Al menos, podremos proceder a realizar diversos análisis sobre él e incluso podremos explicárselo a los alumnos. Precisamente, para ofrecer claves explicativas sobre el alcance de la propuesta de los expertos se celebrará (31 de marzo) una jornada monográfica en la Universidad CEU San Pablo, con la participación de algunos de los miembros de la referida Comisión y autoridades de peso en la Administración tributaria. Miguel Pérez de Ayala

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